miércoles, 19 de agosto de 2009

De robos, algo ya frecuente en nuestro país

Resulta que la última semana de julio me fuí de vacaciones, por un lado para que mi esposa y yo descansaramos y por otro para convivir un poca mas de cerca con los más pequeños de mis hijos, habia tomado ciertas precauciones para tener una conección 3G o EVDO desde el puerto de acapulco con mi treo 700 wx y la lap top de mi hijo, para que el día viernes 31 desde temprana hora consultaran los datos del examen de selección que habia presentado el menor de mis hijos para aspirar a cursar el bachillerato en la UNAM, y para la consulta de los horarios que se publicarían tambien ese día de la carrera de arquitectura que actualmente cursa mi otro hijo.

Al llegar al puerto pasamos a dejar nuestras pertenencias al cuarto del hotel que habia reservado para tal efectó, en ese momento pense en llevarme la Treo 700 wx, para revisar el twitter desde la playa de Barra Vieja, lugar que habiamos seleccionado para comer y disfrutar del mar de acapulco, Desde Barra Vieja no pude revisar nada, ya que el teléfono marcaba que estab en roaming y lo guarde en mi pantalón para revisarlo más tarde en el hotel.

La comida estuvo deliciosa, un pescado a la talla acompañado de unos sopecitos, un docena de camarones a la diabla y las corresdpondientes cervezas para nosotros y refrescos para mis hijos. Ya de regreso se nos ocurrio pasar a comprar algunas cosas en la bodega Comercial Mexicana que está entre el aeropuerto y Puerto Marquez, dejamos el vehiculo en el estacionamiento y pasamos a la tienda, nos tardamos aproximadamente 15 minutos y al regresar al estacionamiento vimos el cristal trasero del coche hecho pedasos y las pertenencias que habiamos dejado simplemente desaparecieron, o cambiaron de manos, llevadose entre otras cosas mis calzones, mi plallera y los pantalones de mi hijo y mio, ademas de la Treo 700wx. Comentamos este hecho con un supuesto cuidador, con el vigilante de la tienda y una persona que se presentó como gerente de la tienda, pero simplemente comentaron que ellos no se hacian responsables de lo que le pasa a los vehiculos que deja uno estacionados en su estacionamiento. Ya con el coraje y la impotencia de no poder hacer nada, comenté con mi familia que nos olvidaramos del asunto y que eso no debia arruinarnos el motivo de nuestra estancia en Acapulco.